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Algunos comentarios sobre Krishan, el hijo del sol

Comentario de Kendall Maison

Con una pluma ágil y diestra, y una capacidad descriptiva, que supera los límites de la magia, Juan Pomponio, introduce al lector en un mundo ignoto, donde los misterios de la alquimia, son rebelados bajo la promesa de una vida, que nace de las cenizas de la anterior. Un niño, Krishan, como hombre en proyecto, nace del vientre de una mujer, que lo entrega a la luz y la vida, para convertirse en hombre, en señor de conocimientos, largo tiempo ocultados al varón que mora bajo el círculo de la tierra madre. Los secretos de quienes fueron sabios, salen de su encierro bajo las garras de inquisiciones opresivas, dando esperanza a quien se atreve a abrir su alma. Arcanos oscurecidos por la mano del poderoso, dejan de serlo, a ojos de aquellos de corazón puro, en cuyas bocas, el autor, coloca las palabras precisas con alma de hado del destino. Quien lea este libro, conocerá lo que el mundo teme, por no encajar con la mal llamada verdad, de los que poseen los intereses en sus manos.

El autor penetra entre el conocimiento y los hechos del hombre, de manera y forma, que deja al descubierto la maldad humana y la bondad que en este anida, escondida en espera de apoderarse de él. Conjura las palabras exactas, con mano de mago que derrama la tinta de su mente, en el papel que lee y desgrana el lector. Con Krishan como guía caminará el lector por las veredas de los consejos de los sabios, de la mano del sentimiento que nace de las profundidades de la luz, que mora en cada ser, apresada por las emociones del ego. Quien se sumerja en la lectura de estas páginas, encontrara las respuestas de los antiguos y el conocimiento restringido por las eras pasadas. Un libro que mezcla la realidad y la fantasía y que recomiendo a quien se atreva a pensar por sí mismo.

Comentario de Cruz Yayes Barco (Filósofo y sexólogo venezolano)

Yo tuve en mi alma a Krishan cuando estaba todavía en el vientre (El Alma) de su creador. Pude entrar en su mundo y acompañarlo en la inmediatez de un miembro más de la familia Yayes Meneses y sentir el palpitar de su corazón en las luchas interiores bajo la luz de la esperanza en ese andas a tientas rompiendo miedos que nos convierten en prisioneros de nosotros mismos y que se revela de forma tangible en las rejas sobre rejas con sus candados, manojo de llaves en que organizan sus vidas aun en urbanizaciones cerradas, que hacen potenciar el egoísmo dentro del cuerpo al egoísmo entre concreto. El escape a otro mundo desde el mundo de alienación en el que nacemos, crecemos y nos convertimos en sabios de mentiras educadas o mejor en sombras ilustradas; eso es el mensaje radical, fundamental de ese Hijo del Sol que no puede dejar de leer quien quiera sentirse iluminado por algunos instantes por la luz que se ha vuelto magia en la escritura fresca del Poeta Juan Pomponio.

Vino de tierras australes al trópico en vuelo de mariposa, rodando por carreteras abismales o revoloteando como gaviotas a orillas del Océano Pacífico; para sembrarse durante casi o más de dos años en las tierras tachirenses, dando algunas saltos por el Mar Caribe o el lago de Maracaibo; hasta lograr su metamorfosis de Cóndor de los Andes; con una nueva identidad GochoGaucha que atrapó el Relámpago del Catatumbo y el sabor a canela, a cachapa para refundir al hombre de maíz con el mestizaje que se extiende en la geografía latinoamericana con la fuerza y la alegría del Hombre Nuevo que se está creando para darle UNION a todas las razas, culturas y continentes. En las comunidades de los Hijos del Sol, del cual Krishan se presenta como el primer creador de ese Mundo Nuevo que se siembra en el Tiempo Porvenir está anclado el sueño de todos los poetas, pensadores, líderes que en nuestra América se han expresado de mil maneras. Krishan tiene un lugar en la construcción de la Utopia de la Unión de las Américas, más allá de todas las celdas en las que todavía continuamos atrapados como pueblos y naciones. En el Krishan que a veces nos impide el sueño para contemplar de noche las estrellas más distantes y pequeñas y en el día, aunque sea a través de las sombras que proyecta la luz sobre nuestro propio cuerpo o cualquier otro cuerpo que pasa a nuestro lado y entrecruza sombras, está la posibilidad de un Mundo sin Guerras, porque se ha roto el miedo, el egoísmo y sobre todo la mentira con sus prejuicios y mitos que mueven todas las sociedades y culturas en la entrada de su derrumbe por insostenible e irracional. Un mensaje sobre la sexualidad en construcción novedosa nos puede dejar Krishan en ese abrirse al mundo de los que están llamados a construir una comunidad movidos por la luz del sol compartida sin hipocresías que matan la felicidad que contiene el sexo de cada día.

Comentario de Mónica Griolio

Juan Pomponio Castiglione comienza el parto de la Luz con su primera novela Krishna. El hijo del Sol. Para quienes intentamos pulirla, poetizarla, emergerla, vislumbrarla fuera de nosotros mismos para asirla finalmente en la conciencia; el autor nos descubre una senda oculta que se iluminará sólo si somos capaces de adaptar la sabiduría que habita en un plano íntimo, dispuesto para los que se arriesguen a saltarse de las reglas y cruzar las palabras que no forman conceptos; si no que desconectan sistemas y no coordinan los parámetros humanos de existencia prefabricada; rasgando los límites, dilatando las aberturas, destruyendo las cárceles que apresan a la magia, a la fantasía y al quimérico mandato de los sentimientos. Propone respuestas a acciones humanas largamente sostenidas por un rancio egoísmo, endiosado por una aparente idea de evolución que soporta, a su vez, un saludable desequilibrio que puede reordenar el universo. El parto, un recorrido, un paso, un atajo concebido por su creatividad para despertar al Todo; el nacimiento que dará en lo que me atrevería a llamar literatura de la generosidad, a un hijo que tiene para crecerse su esencial conocimiento y que, al mismo tiempo, intuye y se subleva ante un designio ocultado y mutilado por la normativa impuesta a nivel de un individualismo que atentó desde siempre a la Verdad. Pomponio exhuma a la Luz desde el centro del personaje mítico concebido a imagen y semejanza del Amor, para restaurarlo en su papel de Caminante en constante búsqueda y en permanente encuentro con la gnosis que alumbra; a la vez que nos adoctrina en la profundidad de un pasado subyacente en el verbo de los grandes maestros del Conocimiento y nos enfrenta con un presente que conduce al lector a encender su propio alumbramiento. Esta obra es recomendable ampliamente para quienes no han acordado ninguna tregua con la doctrina del vivir y para los que aún esperan aprender de sí mismos.

Mónica Griolio
Profesora en Letras – Escritora – Correctora – Editora
Corrientes, Argentina, de julio de 2011″
www.monicagriolio.com.ar
www.ritosintimospoesiaerotica.blogspot.com
www.versosyalgomas.blogspot.com

Comentario de Elizabeth Quezada (Comunicadora, docente, escritora, crítica literaria, editora, de República Dominicana)

Dicen que tengo un tercer ojo para intuir, develar, evocar lo escrito por otros; lo que es lo mismo, tengo cierta capacidad de crítica desde mis años tempranos cuando ya aparecía en mí la sed lectora o la sed de sabiduría. Y no es cuando, estando en la facultad de Filosofía y Letras, el director de la misma y profesor, mejor escritor, crítico literario, Doctor Bruno Rosario Candelier Premio Nacional de Literatura, en mi país República Dominicana, me advirtió sobre esa cualidad innata, pues ni tenía edad para el cúmulo de conocimientos necesarios y ni siquiera había entrado a la carrera en sí. El no sabía pues yo era una chica parca y monosilábica y que gracias a mi personalidad introspectiva fui una lectora muy precoz. Cuando nadie conocía a Rius y su ¨Panza es primero de alto contenido social, ya yo lo conocía; al igual que los grandes libros de la literatura universal tales como El Príncipe de Maquiavelo, El Origen de las especies de Darwin, Leí El capital, de Marx y Engels, Las historias de las mil y una noches, y El Principito de Saint Exupery, por poner algunos ejemplos; y no lo digo con el ánimo de jactancia, Dios me castigue, sino por lo que voy a explicar a continuación. A esa edad yo no me veía como una posible escritora, es más, estaba justo al frente, en la vereda contraria, siempre presta a debatir, a corregir, a tomar y a dejar. Envuelta sí en otras actividades artísticas; historia del arte, música, canto coral, tunas y arte plástico. Pasaron más de veinte años para descubrirme una escritora justo porque tenía muchas cosas que decir; en mi cabeza cientos de fantasmas se posicionaron y muchas veces no me dejaban dormir, ni comer, ni salir hasta no sufrir de esas catarsis como bomba que explota en un pre alumbramiento literario. De modo que he estado y sigo estando en el bando del frente y en este bando y con esa habilidad primero innata y luego afilada y afinada con arpegios de la más alta envergadura pues me encantaría presentarles a un escritor y una novela que, por lo menos si no es best seller será una novela que le dará grandes satisfacciones a mi amigo, el escritor argentino Juan Pomponio Castiglione, Krishan, el hijo del sol, por la encantadora saga, entretejida en finos hilos con una descripción microscópica de la realidad circundante en la imaginación creativa y el estilo iluminatis-tipo Dan Brown y sus tesoros religiosos que encendida desde un inicio sui generis nos provoca atarnos y querer llegar a un fin ipso facto, no -cuenta gotas por estrategia del mismo escritor. Es más, nos hace querer preparar maletas y mudarnos a Kumer, ciudad mágica, mística, donde se desarrolla la historia; y nos provoca crecernos como seres humanos, ser mejores personas, parecernos a Krishan y ser hijos del sol…

Primero: Pomponio se nos muestra como un escritor que tiene un verdadero arsenal de ficción que vende como realidad pero que pueden hacerse realidad si el humano comenzara a hacerse preguntas interesantes sobre el cosmos, sobre si mismo, sobre la convivencia humana, el fin de la naturaleza. Y como dice Vargas Llosa en su ¨Cartas a un joven novelista: El escritor debe tener algo que decir, añadir su toque personal, o sea, esos temas que le rondan de manera permanente y que tratan de aparecer siempre en escritor debe tener su pluma, escriba lo que escriba. Esto lo hace auténtico y lo aleja de ser un empleado de la literatura. Y confirma, justamente lo que es Juan Pomponio… es un novelista impostor, -alguien dotado de un especial poder de persuasión que hace pasar por verdad lo que es una mentira, una ficción.- Dice Vargas Llosa; y yo confirmo y agrego, con el mejor lenguaje literario, las más bellas figuras y metáforas extraordinarias que esta impregnado de ese humanismo especial que lo hace extraordinariamente sobrehumano, ángel, musa. Con un balde inmenso de metáforas. Y cito: ¨El brillo de las estrellas, pequeñas perlas incrustadas en la noche.»

Y en relación con la construcción del relato hay que destacar como elemento fundamental la capacidad de evocación, concepto clave de todo lenguaje artístico. Evocar quiere decir «imprimir visos de realidad a nuestra fantasía en el ámbito de un lenguaje concreto». O sea, por un lado la ficción que se baña y se mezcla con la realidad y por otro, la evocación de lo real para que la ficción no despunte. Por tal razón Anton Chejov dijo: ¨Las historias son pedazos de realidad y pedazos de fantasía lo importante es que no se reconozcan las costuras.¨

Cuando Pomponio pone a hablar a su narrador omnipresente y dice: ¨la fragancia de la transformación social, que bulle a fuego lento con burbujas de sabiduría que ascienden al cielo en la oscuridad del río, los peces saltan como fósforos encendidos. Todavía recuerdan las matanzas de animales que luego comercializaban. No es la primera vez que el hombre extingue una especie animal. Todo esto para que algunas mujeres se vistan de gala y llenen en apariencia el tremendo vacío existencial.»

Y nos cuenta de Kumer, de una aldea que se encuentra pasando los límites de la frontera entre la realidad y la ficción. Y nos enfrenta a una posición existencial y filosófica, y por supuesto, ontológica. Lanza un fuerte crítica ambientalista pero de cero tolerancia contra la trata de animales. Crítica a la plasticidad de las grandes firmas que usan la piel de animales para lujo vano del hombre y la mujer. E insisto de nuevo en resaltar la belleza de la prosa bañada de música, de poesía, de paz, de armonía: ¨Los remos penetran el agua abriendo surcos invisibles. El canto de los grillos despide a la noche., escribe entre una sinfonía de metáforas y figuras:¨La selva cruje su can El sol brilla como un dios.¨

En el capítulo titulado NACIMIENTO. Describe con magia y poesía, ese maravilloso estado donde la mujer porta y es conducto de una vida nueva. Y dice: «En la redondez de su vientre que resalta como una luna gorda palpitan los movimientos del pequeño. La piel de Marlek se asemeja a los pétalos de las flores que brotan con los duraznos del verano. Su cuerpo hinchado de amor ya no puede soportarlo. Sus pechos llenos de leche esperan con ansias. En su rostro bruñido se vislumbra un profundo estado de paz. El ombligo, un botón que pretende abrirse como una rosa minúscula, pulsa el capullo. Aquel niño que buscó casi con urgencia puja salvaje para ingresar a la vida.¨

-Krishan trae consigo la Marca del Fuego Antiguo.-

¡La Marca del Fuego Antiguo! – repitió Marlek-. No comprendo. ¿Tiene alguna relación con el resplandor dorado que pude ver en medio de mis dolores cuando ingresaba por la ventana?

Primero, nació en Kumer, un lugar apartado del mundo gris, donde vivimos los demás seres vivos. Segundo, nace sin gritar y con una marca de sabiduría; y aquel resplandor dorado que indica el gran camino que tendrá que recorrer. Será un buscador de los lugares profundos del ser humano. Y como se dice tendrá que caminar su propio camino, nadar su propio mar, recorrer sus propias montañas, volar su propio horizonte. Tercero, y no menos importante, el autor nos enfrenta con verdades latentes, que están ahí pero que nadie le pone caso… todos sabemos de la autodestrucción del planeta…en cuanto a la actitud del hombre con la naturaleza y nadie hace nada, por no quedarnos en grupos que son apoyados por moda de momento. Krishan resume lo panteísta, con lo heroico con lo social y humano, demanda un amor hacia la vida, la naturaleza, las plantas, el sol, la luna, la noche, las estrellas… en fin es un canto glorioso de cambios fundamentales que debe comenzar a plantearse el hombre vacío de verdades. Definitivamente, -escribir, (como dijo Flaubert en sus constantes conversaciones con su amiga y confidente Louise Colet), era una forma de vivir-… Y para Juan es una realidad vertida en este su gran libro de la esperanza del hombre.